Nadie puede desafiarme.
Realizaron tres pruebas de embarazo caseras para confirmar, las tres resultaron negativas, por supuesto Jimin se puso triste, sus sospechas no eran cierras, él casi podía imaginarse con un humano pequeñito entre sus brazos al cual amaría y mimaría mucho, su instinto materno le llamaba de inmediato, poder dar vida es una de sus cosas favoritas de ser un omega, se imaginaba siendo madre de una criatura parecida a Jungkook o a él, pero las cosas no fueron así y como sabe que es mejor esperar a graduarse de la escuela y poder disfrutar su embarazo de la mejor manera, tomó todo con el menor de los problemas, sin embargo Jungkook quiso que acudiera al médico para que este le hiciera un chequeo y el omega pueda estar seguro que su estado de ánimo no se debe a un embarazo ni nada malo.
La conclusión del médico fue que Jimin está adaptándose a la marca del alfa, en otras circunstancias la adaptación habría tomado una semana cuando mucho, pero en el caso de la pareja Jeon-Park el reto es mucho mayor ya que es un alfa puro quien realizó la marca. El médico recomendó buenas horas de descanso y unos reguladores hormonales para tratar de cuidar sus cambios de humor.
Por supuesto Jungkook se tomó la palabra "descanso" con demasiada seriedad, al llegar a su departamento llevó a Jimin al nido y no lo dejó ponerse de pie más que para la ducha nocturna, el último día de vacaciones para el omega así que el alfa quería que descansara lo más y mejor posible, lo mimó y cuidó, lo hizo reír con malos chistes y lo abrazaba cada que el omega lo pedía, incluso cuando no, pasaron todo el día así, abrazados y acurrucados para tratar de que Jimin no se sintiera decaído por ningún motivo.
La noche los abandonó y pronto era lunes por la mañana, la alarma del omega avisaba que debía despertar y así lo hizo de inmediato, incluso Jungkook se sorprendió porque siempre le costaba mucho sacarlo de la cama, pero al parecer la escuela lo anima mucho.
—Estoy feliz de volver a la escuela —sonríe mientras come un poco del cereal que se preparó para el desayuno, Jungkook aún se paseaba en pijama recogiendo las cosas que el ojiazul llevaría al instituto—. Bueno, a la escuela no tanto, las prácticas son lo que más me entusiasma.
—Me alegro que te guste tanto tu trabajo, mi amor —se acercó a el y besó su frente, al separase Jimin sonrió enormemente y metió otra cucharada de cereal a su boca—. Ahora apresúrate porque Hyunbin debe estar por llegar.
—Aún faltan diez minutos, me envió un mensaje —avisa mostrando su teléfono para que el mayor lo leyera.
—Genial, diez minutos más que te tendré conmigo —se sentó en la silla que se localizaba al costado del omega y lo abrazó por la cintura para enterrar su rostro en el cuello del menor sacando una risita de su boca.
—Harás que derrame mi cereal, bobo —acaricia su cabello con la mano libre y fue el turno del alfa para reír.
—No necesitas mi ayuda para eso, bebe —Jimin bufó divertido y el resto del tiempo pasó así, Jungkook dejando su aroma en el ojiazul y éste riendo cuando el alfa bromeaba sobre ir a la escuela con él para no separarse, luego el ojiverde lo despidió en la puerta del edificio para que el omega se encontrara con su padre en la camioneta de éste.
✧✦✧
Jimin se sentía extraño, las miradas de casi todos estaban puestas en él y su marca visible. Se sentía incómodo y demasiado expuesto ante los murmullos que parecían estar relacionados con él, por lo general un omega marcado no está en la escuela; los omegas se enlazan y dejan la escuela para dedicarse al hogar o muchas veces se enlazan una vez que se graduaron para tener una carrera establecida, los omegas con marca parecen ser un espectáculo que a Jimin no le agrada ser.
—¡Mira nada más! Parece que el omega más feo del mundo consiguió que lo mordieran —Rowoon, el tipo al que Jimin más le teme, se burla mientras él guarda silencio y sigue caminando.
—Y supongo que el pobre del desdichado ya se cansó de él —agregó un alfa pelinegro de nombre Siwon, mientras él y sus dos amigos se acercaban más al omega, no había casi nada de distancia y Jimin se sentía acorralado—, tanto que no lo quiso traer a la escuela.
—Apuesto a que ni siquiera viven juntos, seguro él se acuesta con omegas mejores porque Jimin no vale la pena —Kwan, un chico rubio acarició los cabellos de Jimin mientras el corazón del ojiazul se aguantaba la tristeza para no avisar a su alfa—. Pobre y feo Jimin.
—Déjenme en paz —trató de apresurar sus pasos pero los alfas seguían pegados a él—. Si tan mal les caigo dejen de prestarme atención, Jungkook ya se los advirtió una vez.
—¿Y tú crees que le tenemos miedo a ese tipo? —Rowoon sonrió de forma macabra y tomó al omega por el brazo—. Es obvio que no te quiere, no te trajo a la escuela y no tienes otro aroma que el de tu padre —al parecer su papá lo había marcando con su aroma opacando al de Jungkook y eso no le molestaba, solo que esos chicos le estaban colmando la paciencia.
—¡Wow! —sonrió Jimin, siempre era así para que ellos lo dejaran en paz; o guardaba silencio o les respondía con toques agrios mostrándose más rudo de lo que es en realidad—. Me odian y me hacen la vida imposible pero están pendientes de quien me trae a la escuela y de cual es mi aroma —se liberó del agarre de Rowoon y lo miró con burla—. Maduren ya, y déjenme en paz si no quieren problemas con mi alfa.
—¿Quién te crees tú para hablarme así, omega estúpido? —Rowoon lo tomó de nuevo por el brazo con aún más fuerza que antes, comenzó a jalarlo por el jardín de la escuela hasta llegar a la parte trasera del edificio y ahora todos parecían ignorar la discusión, Siwon y Kwan les seguían con sonrisas malévolas en sus labios, Jimin comenzó a temer pero no iba a doblegarse ante ellos, estaba cansado de tener que lidiar con esos chicos inmaduros y cansado de que su estadía en el colegio no fuera placentera a causa suya. Estiró su mano para librarse de Rowoon y lo encaró.
—¡No me vuelvas a tocar, idiota! —habla con furia—. Ya déjenme en paz, me tienen realmente harto —comenzó a caminar en dirección al edificio pero una mano lo regresó a su sitio por los cabellos.
—No hemos dicho que puedas irte —Siwon se para frente a él sin soltar su cabello—. Te crees muy rudo solo porque el alfa que te mordió es puro, ¿no?
—Se te olvida que somos tres contra uno, ¿qué podría hacernos un pobre diablo como él? —Jimin suspiró cansado.
—Escuchen, no sé qué les hice para que me odien tanto o me traten de esta manera pero déjenme por favor —el agarre en su cuero cabelludo comenzaba a doler.
—No —Kwan sonrió más grande y Siwon lo soltó.
—Quiero irme, aléjense —palmeó la mano de Rowoon que lo empujaba contra una pared.
—Si decimos que no te vas es porque no lo harás —lo empujó con más fuerza y lo acorralaron entre los tres.
—Puedo hacer lo que yo quiera, déjenme ir, estúpidos —buscaba una salida con los ojos, su aroma comenzaba a delatar su miedo y eso jamás pasaría, al menos no con su permiso porque no les iba a dar gusto de verlo temeroso.
—Si usamos nuestra voz harás lo que nosotros digamos —sonríe el rubio con sorna—. Eres un feo y débil omega que no sirve para más que obedecer, por eso ese alfa te marcó para que seas su sirviente —Jimin se habría reído en otras circunstancias; esos chicos no conocen en lo absoluto a su alfa si lo hicieran, sabrían que Jungkook lo trata como un príncipe y no se atreverían a decir tales cosas.
—Déjenme —trataba de empujarlos para salir corriendo pero ellos oponían resistencia—, quítense, idiotas.
—¡Basta! —el comando alfa que Rowoon utilizó hizo a Jimin temblar, su pecho comenzó a doler y sus piernas se debilitaron—. Vas a hacer lo que nosotros digamos —nunca habían usado su voz alfa con él, es decir, al menos no esos tres chicos, siempre lo fastidiaban y se burlaban de él, su vida era un asco en la escuela pero nunca habían llegado a ese nivel.
—Por favor —suplicó lloroso y su teléfono comenzó sonar, en la pantalla se leía claramente el sobrenombre de "Lobito" señalando que era su alfa quien llamaba, seguramente sintió su miedo.
—No le digas lo que sucede —ordena Kwan.
—Dile que estás bien —Siwon le secunda y Jimin se vio obligado a obedecer, su lobo quería aullar y pedir ayuda a su alfa pero esos otros le habían dicho que no lo hiciera y tenía que hacer caso a ello, a veces detesta su casta.
—¿H-Hola? —responde dudoso el teléfono.
—¿Estás bien? ¿Qué te sucede, ángel? —cuestiona con voz alterada—. Estoy yendo a la escuela, llego muy pronto amor, no temas —los ojos amenazantes del trío de alfas frente a él le indicaban que negara.
—N-No —dijo rápido aunque sabía que tener a Jungkook abrazándolo era lo único que quería en ese momento—. Estoy bien, alfa. Sólo me asusté un poco de volver a la escuela, es todo.
—Iré de todas formas, no te escucho ni te siento bien, estás aterrado, amor —discute a través de la bocina.
—Te lo juro, estoy bien, no vengas te veré en la tarde —trata de ser más firme—. Mis clases ya van a comenzar, por favor.
—¿Estás seguro? —cuestiona con mucha confusión.
—Si, por completo, te veré más tarde, adiós —colgó la llamada sin decir más y pronto tuvo a Siwon sujetándole el cuello.
—Más vale que no le digas nada de esto, rarito —apretó su barbilla con la mano libre y el omega siente que van a quedarle marcas por la fuerza que pone—. Responde —no le quedó de otra más que asentir sumisamente.
—Bésame la mano —sentencia Rowoon tendiéndole su mano para que el ojiazul obedezca pacientemente, se sentía inútil ante los alfas, no podía negarse y eso era lo que más le molestaba, su pecho ardía en furia y quería explotar contra ellos pero no podía, quería refugiarse en los brazos de Jungkook y no salir de ahí jamás.
—Miren al omega testarudo, ahora no puede pintarnos el dedo o decirnos groserías —Jimin sentía que ahora estaba en el fondo de toda esta situación, estaba a merced de esos alfas y eso era lo que siempre quiso evitar, que lo vieran humillado y derrotado.
—Al principio, cuando nos amenazó, pensamos que ese chico podría acabar con nosotros si lo quiere pero... —Siwon se acercó a su rostro para hablar demasiado cerca de él—, si no se entera no habrá problemas —un puñetazo cayó sobre el estómago del más bajo haciendo que se doblara del dolor—. No le dirás nada.
—Por favor déjenme, no les hice nada —sus ojos estaban llenos de dolor y lágrimas, seguramente Jungkook lo sentiría y no sabe qué excusa va a inventar.
—Claro que lo hiciste, eres un omega chillón que hizo que su alfa nos amenazara —Kwan habló desde atrás de Siwon con el rostro serio y atemorizarte—, y nos las pagarás, te haremos sufrir cada día que nos quede en esta escuela —sonrió mostrando sus feos dientes.
—Por hoy es todo —Rowoon se acercó para abofetear su rostro varias veces sin usar mucha fuerza, solo era una manera amenazante de despedirse—. Pero cada día será igual y más vale que...
—No digas nada —los tres hablaron a la vez para luego comenzar a amedrentar al menor con sus comandos, cada uno recitaba órdenes para que el omega se viera obligado a mantener todo en secreto, Jimin quería correr y pedir ayuda pero una vez que los alfas le ordenaron callar, tendría que hacerlo.
Después de eso y que esos alfas por fin lo dejaran solos, Jimin fue a su clase con un nudo en la garganta y con mucho enojo en su interior, tendría que inventar pretextos, tendría que mentirle a su alfa porque otros se lo estaban ordenando, no quería ser golpeado y tampoco quería que Jungkook lo supiera, porque sabe que su lobo se hará cargo y Jeon detesta eso, detesta ser tan "salvaje" y no va a ser la causa para que Jungkook se moleste consigo mismo, tendrá que soportar.
Sus clases fueron abrumadoras y agotadoras, cuando debía cambiar de salón trataba de hacerlo un minuto antes de que la clase comenzara y de manera rápida para evitar toparse con sus agresores, ahora si tenía miedo de ellos y lo que pudieran hacerle, para su fortuna el día escolar terminó y por fin pudo respirar cuando vio a Zico parado a un lado de la camioneta para abrirle la puerta.
—Hola, Zico —el beta se confundió al ver que el chico era igual de amoroso que siempre pero no tenía la sonrisa carismática que lo caracteriza.
—¡Hola, Jim! —le quitó la mochila—. ¿Estás bien? —cuestiona ladeando el rostro.
—Mhmm —asintió dudoso y tomó asiento en el lado del copiloto para después abrocharse el cinturón.
—Tú cara dice que no, y Jungkook se veía algo alterado en la mañana, casi aseguro que algo te sucede —medita un poco ya que el omega parece no querer decir más, camina hacia su propio asiento y aborda—. ¿Ustedes discutieron o algo así?
—No, nada de eso, te juro que estoy bien.
—Si yo creo que estás triste, Jungkook lo notará con aún más rapidez que yo, Minnie —Jimin sonrió un poco al notar el apodo, Yoongi suele decírselo y seguramente Zico lo adoptó también gracias a él—. ¿Es porque Jungkook no pudo venir por ti? —el camino comenzó y ponía atención a cada detalle de la carretera, está seguro, porque Jungkook se lo ha dicho, que si tuvieran un accidente, el alfa lo mataría y si por azares del destino, Zico muere en dicho accidente, Jungkook lo revive y lo vuelve a matar por chocar con su preciado tesoro a bordo.
—Ya te dije que no es nada, Zico. De verdad no tengo nada —el beta prefiere no decir nada más, el omega le preocupa pero sus razones tendrá para no querer comentar nada al respecto.
—Fingiré que te creo... ¿Cómo fue tu primer día de clases?
—Bien —se encoje de hombros.
—Oye, podrías ser más conversador, ¿sabes? —Jimin soltó una risilla—. Siempre estás parloteando a cada momento y ahora nada... ¿Así esperas que te crea que todo está bien?
—Gracias por preocuparte pero estoy bien, solo no tengo muchas ganas de hablar por ahora.
—Guardemos silencio entonces, jefe —sonríe hacia él.
El camino al hospital fue rápido igual que siempre y al entrar Jimin se sentía seguro. En la escuela veía materias que realmente le gustan y apasionan pero no disfrutaba en absoluto por la compañía, sin embargo en el hospital podía ejercer su profesión, podía tratar con los pacientes y cuidar de ellos, su pasión por la enfermería le alegraba el corazón y eso se sentía bien, o al menos no estaba tan abrumado como en el colegio.
Al entrar todos lo saludaron de inmediato y lo abrazaron con fuerza, aunque había visitado el hospital algunas veces desde su enfermedad, para los trabajadores de la salud no era lo mismo, extrañaban ver al Jimin sonriente con su pulcro traje de enfermería y su instrumental en los bolsillos. El recibimiento fue realmente cálido y se sintió querido, sabía que estaba haciendo bien su trabajo ya que todos parecían apreciarle.
Atendió a los nuevos pacientes a su cargo, bastante contento de saber que la mayoría de los que atendió antes de su incapacidad habían salido bien librados de terapia intensiva, su tristeza volvió al saber que otros pocos no habían logrado el mismo fin y que por desgracia habían fallecido. Cuando menos lo esperó la hora de comida había llegado y caminó hacia la sala de descanso para obtener sus alimentos, su omega comenzó a mover la cola de alegría al olfatear el tabaco y tierra húmeda al otro lado de la puerta.
Al girar la perilla lo vio, su alfa estaba sentado, con su vestimenta absolutamente negra mientras parecía aguantarse la risa por algo que Yoongi había dicho, Taehyung golpeaba el hombro del rubio mientras este reía a carcajadas, la mirada verde buscó de inmediato a la azul al sentir su presencia y se puso de pie para rodearlo en un abrazo reconfortante, si, Jimin necesitaba abrazarlo para sentirse cómodo y a salvo, lo había extrañado mucho, todo ese día había sido una porquería en la escuela pero ahora mejoró simplemente con tocar a su alfa.
—Hola, mi amor —Jungkook se separó del abrazo para sujetarlo por las mejillas y dejar varios besitos en sus mejillas y labios, se estaba controlando por no marcarlo con su aroma enfrente de sus dos amigos, todos los aromas que Jimin tenía encima lo estaba volviendo loco pero no lo suficiente para olvidar el malestar que aquejaba a su niño—. Tú y yo tenemos que hablar.
—Uuuhhh —Yoongi agitó su mano con dramatismo—, eso suena grave, Minnie —bromeó con el omega quien solo rodó los ojos.
—Eso es señal de que sobramos, Yoongi —regañó Taehyung con mirada seria.
—Mírate, a penas llevas embarazado tres meses y ya eres toda una mami, regañándome con la mirada y... ¡AUCH! —Taehyung lo tomó por la oreja y lo jaloneó para sacarlo entre regaños, Jimin sonrió por la imagen, Kim realmente estaba adoptando ese sentido materno y lo practicaba muy bien con Min.
Una vez que la puerta estuvo cerrada dirigió su mirada al frente encontrándose con un Jungkook serio que no sonreía ni lo más mínimo, sus ojos viajaban por todo el cuerpo de Park tratando de encontrar algo que explique el malestar en su pecho.
—Dime qué sucedió —frunce su ceño esperando una respuesta.
—¿De qué hablas? —desvía la vista y camina hacia el sofá más cercano para tomar asiento, Jungkook le siguió.
—Sabes de lo que hablo, dímelo bebé —retira el recipiente que el omega llevaba en las manos y lo destapa para luego buscar la cuchara.
—¿De lo de mi temor a las clases? —mordía su labio inferior con nerviosismo y chirriaba los dientes hasta que el alfa le tendió un bocado de comida hacia su boca.
—De tu temor a las clases —hace comillas con la mano libre—, y de el sentimiento que has tenido después de eso —le da otro poco de comida y el omega lo acepta con una cara triste.
—Pues es solo eso, m-me dio miedo volver a la escuela porque... —no sabía que decir y sus ojos rehuían a los de Jungkook porque no podía mentirle mientras lo observaba directamente—, porque me aterró no recordar los temas y esas cosas.
—Cielo, sé que no es por eso, y tú sabes que no voy a creerte —le entrega más comida y su mirada buscaba la de Jimin—. Me huyes la mirada, sé que algo sucede.
—No pasa nada, enserio —toma toda su fuerza de voluntad para mirarlo sin romperse en llanto por ser un omega mentiroso.
—Dejaré que las cosas pasen pero recuerda que puedes decirme cualquier cosa, si algo va mal, si algo te molesta, si estás triste o molesto yo lo siento y esperaré paciente a que quieras hablarlo —besa la frente de Jimin con ternura—. Estoy siempre aquí, a tu lado para solucionar cualquier cosa.
—No ocurre nada, pero gracias alfa —besa sus labios y la comida sigue así, con Jimin siendo alimentado por el mayor mientras el sentimiento de culpa y tristeza sigue carcomiendo su alma desde el interior, y Jungkook... Jungkook trata de fingir que no siente lo mismo que Jimin, busca alguna cosa que le muestre lo que ocurre con su amado pero no lo encuentra.
✧✦✧
Cuatro días habían pasado, el viernes en la oficina se sentía tedioso para el alfa puro sobre todo cuando sigue teniendo esa molesta sensación ajena en el pecho, sigue sintiendo a su omega asustado, molesto y triste respecto a algo pero el problema es que no sabe la razón.
Estaba reunido con su padre y su suegro trazando algunos planes financieros para el futuro de Unilever y las formas en que las distintas sub unidades a nivel mundial los llevarían a cabo, todo debía quedar listo para su viaje que comienza en poco más de dos semanas. Jungkook no podía concentrarse adecuadamente lo cual le molesta, siempre ha sido alguien muy enfocado en su trabajo, pero ahora su vida gira en torno a unos preciosos ojos azules y una sonrisa preciosa que ni ha visto brillar adecuadamente en varios días.
La sensación está matándolo y el único motivo que cree posible es que él fue quien hizo algo malo, el daño a su omega y no sabe la forma en que lo hizo, desde hace unos días Jimin se comporta diferente, no deja que Jungkook lo vea mientras se cambia lo cual el alfa respeta sin problemas pero eso no quita lo extraño que eso es, Jimin está siempre decaído; Jungkook pensó que se trataba de un efecto de las hormonas pero no es así, en las mañanas al despedirse para que Hyunbin lo lleve al colegio, el omega se va con ojos llorosos, a la hora de comida el omega habla solo sobre sus pacientes lo cual no es extraño ya que le entusiasma su trabajo, pero parece rehuir mucho la pregunta: "¿y qué tal la escuela?".
Jungkook trata de concentrarse pero su mente no deja de dar vueltas en aquello que puede estar causando esos sentimientos negativos en su precioso chico, así que rindiéndose ante si mismo decide hablar.
—¿Usted ha notado algo raro en Jimin? —los dos alfas mayores le miran con rostros confundidos—. Él está triste estos últimos días y no sé... —se encoje de hombros—, tal vez soy solo yo el problema y por eso quiero saber si usted lo ha notado decaído.
—Definitivamente si —asiente Park con convicción—, creí que yo estaba percibiendo mal, pero ahora veo que no estoy equivocado —se cruza de brazos en el pecho dejando los papeles que antes inspeccionaba con la mirada y recargando su espalda adecuadamente en la silla—. Estuve a punto de reclamarte por eso, se ve asustado y tembloroso cada vez que lo veo y eso solo aumenta cuando lo dejo sólo.
—Te juro que yo no le he hecho nada —asegura hacia Hyungwon que lo veía con una ceja alzada—. Sería incapaz, Jimin es mi vida —sus ojos iban de Hyunbin a Hyungwon de manera rápida para que ambos le creyeran.
—Te creeré pero entonces no sé qué es lo que le sucede —Park hizo una mueca triste.
—Tal vez está teniendo problemas con una materia y solo no quiere admitirlo, es muy testarudo —el ojiverde propone con una cara de preocupación.
—No me hables de mi hijo como si no lo conociera —Park rueda los ojos con diversión—, pero si fuera por eso no estaría tan decaído, él simplemente no demuestra su preocupación por lo académico hasta que tiene todo perdido, nunca antes porque aún puede esforzarse.
—Si pero...
—Señores, me parece que están llevando esta conversación a un punto muy alejado de la realidad —Hyungwon por fin habla.
—¿A qué te refieres? —Jungkook frunce el ceño con verdadera duda.
—A que tú habías dicho que Jimin era acosado, es obvio que eso está volviendo a suceder —dice con cara molesta, Jimin ahora era parte de su familia y si eso era lo que estaba ocurriendo no iba a permitir que nadie lastimara a su familia.
—Imposible —niega el ojiverde de inmediato—, dejé en claro a esos chicos y al director que eso no podía suceder, usé mi voz y nadie podría desafiarla —había un poco de arrogancia en su tono pero su padre le creyó, es muy difícil que alguien se atreva a desafiar a un alfa puro, pueden desobedecer sus ordenes claro, pero saben muy bien lo que les espera si ese alfa se entera de ello.
—Además Jimin es muy fuerte con eso, no suele decaerse de esa manera, en definitiva le importa más su promedio que esas cosas —concuerda Hyunbin.
—Ustedes sabrán, yo solo digo que eso es una posibilidad —Hyungwon se encoje de hombros.
—Hablaré con él hoy en la noche, si eso no mejora... ¿podría hablarle usted? —el menor de los Jeon lo intentaría de nuevo, trataría de que su precioso le tenga confianza pero si no obtiene resultados, tendrá que recurrir a las fuerzas especiales por más que eso cale profundamente en su ego.
—Dalo por hecho —asiente el alfa de los Park con determinación. Jungkook ahora tendría que esperar unas cuantas horas más para tratar de solucionar su pesar, solo espera que Jimin confíe en él.
✧✦✧
El viernes había llegado más lento de lo que Jimin podría desear, las cosas en la escuela no mejoraban en lo absoluto, los golpes habían aumentado, las marcas violáceas en su torso eran enormes por los pellizcos y golpes que sus agresores le propinaban diariamente, tenía que ocultarse de Jungkook para que él no viera sus hematomas. Seguían usando su voz alfa para evitar que el omega hablara al respecto, cada día esos comandos eran acompañados de ordenes absurdas y humillantes y Jimin estaba verdaderamente cansado.
Jungkook había hablado con él hace un rato cuando llegaron al departamento, como cada día su alfa había ido por él al hospital y el rizado aprovechó la hora de cenar para preguntar nuevamente por el dolor que aquejaba a Jimin quien se negó firmemente a responder honestamente a sus cuestionarios y aunque pudo percibir la decepción en Jungkook, se vio obligado a resistir.
Ahora el omega estaba cambiándose a su pijama mientras el alfa esperaba en la sala de estar viendo la televisión, pasaba de las 12 de la mañana pero realmente no les importaba porque era fin de semana.
Por la cabeza de Jimin rondaba una idea, una que nunca quiso contemplar y mucho menos a un nivel tan avanzado de sus estudios, nunca pensó considerar la opción de abandonar la escuela, nunca pensó tirar todo por la borda y mucho menos cuando le faltaban pocos meses para concluir, no quiere eso pero en tan solo cinco días su paciencia y su cuerpo se han agotado, no puede seguir indolentemente a su alfa día tras día, no puede seguir ocultando su cuerpo para que Jungkook no cuestione por los moretones que tiene, simplemente no puede seguir soportando a esas personas miserables que tiene por compañeros.
Baja las escaleras con duda y se acerca al sofá donde su alfa descansaba, el castaño ha tomado una decisión solo espera que el ojiverde no la cuestione demasiado, espera que Jungkook lo apoye en ésto porque si no su vida académica se irá a la basura sin el apoyo de nadie a su alrededor, estará tirando sus sueños y no tendrá un hombro en el cual recargarse.
—Kook, si yo te dijera que quiero dejar la escuela, ¿me apoyarías? —cuestiona parado a un lado del sofá, juega tímidamente con sus deditos y muerde su labio inferior con nerviosismo. Jungkook frunció el ceño al ver su actitud temerosa.
—Aunque tengo la promesa de apoyarte en todo lo que tú decidas, eso no lo apoyaría porque sé que no lo deseas realmente, amas la escuela —niega—. ¿Estás pensando en hacerlo? —el omega asiente—. ¿Puedo saber las razones?
—Solo quiero dejarla —dice sin dar una explicación verdadera.
—Estás mintiendo —es seguro que lo hace, lo conoce al derecho y al revés, le molesta un poco que Jimin quiera engañarlo a pesar de que siente su miedo y dudas—. Jim, ven aquí —palmea sus piernas invitándolo a sentarse.
—Estoy bien aquí —el omega sabe que si se acerca al alfa va a inducirlo a la verdad y no quiere, no puede. No puede acercarse a Jungkook porque será muy doloroso mentirle tan cerca una vez más, quiere dejar de hacerlo pero no puede, su omega simplemente no puede romper esas estúpidas órdenes de alfa.
—Jimin... —frunce más el ceño y vuelve a palmear sus muslos.
—N-No me digas así —su voz se corta, no quiere que Jungkook se moleste, es consiente de que el alfa percibe sus mentiras, y que eso lo está enfadando pero tampoco quiere ser un llorón que no sabe defenderse, realmente quiere librarse de esto él sólo, pero que cuando todo esté en el basurero pueda abrazar a Jungkook y lamentarse por ello, es confuso y lo sabe pero no puede hacer nada al respecto.
—Lo siento, bonito —no notó la forma en que llamó a su chico hasta que el nombre había salido completo de sus labios—. ¿Puedo abrazarte? Por favor —ladea su cabeza para buscar la azulada mirada del menor quien lucha para contenerse y no saltar a los brazos de su alfa en busca de refugio—. Por favor, precioso. Siento tu miedo y necesito ayudarte —insistente sin mentir, su lobo estaba ansioso por tomar al chico entre sus brazos y calmar cualquier miedo que enfrente, si Jimin sufre él va a encontrar la solución a cualquiera que sea la causa.
—Es miedo por dejar la escuela —miente de nuevo y el alfa lo sabe—, y no miento, sólo quiero dejarla.
—Entonces, ¿por qué no puedo abrazarte?
—Porque no quiero —traga saliva visiblemente, el ojiverde mentiría si dijera que las palabras no lo hirieron un poco, sin embargo, conoce a su omega y sabe que no lo dice enserio o al menos eso quiere creer.
—Amor, te esforzaste mucho para llegar hasta donde estás, eres el mejor de tu clases y amas atender a los pacientes —replica con la voz confundida—. No entiendo, de verdad intento, pero no puedo comprender que solo quieras dejar la escuela cuando estás a unos meses de graduarte.
—Solo estoy cansado —se encoje de hombros, su mirada seguía sin conectarse con la del verde que lo escudriñaba completo por la ansiedad de no poder arrullarlo entre sus brazos.
—Hace un mes trabajabas 20 horas al día, y estabas como si nada —niega—. No digo que no te canses pero tú no eres del tipo de persona que se da por vencido, amor —las lágrimas bajaron por las mejillas de Jimin así que el alfa no se contuvo más, lo jaló por la muñeca para sentarlo sobre una de sus piernas y rodearlo por la cadera, los besos en la marca comenzaron y el tabaco invadió la habitación completa, la mejilla de Jungkook se frotaba ansiosa contra el cuello del pequeño para marcarlo con su fragancia y tratar de calmar cualquiera que fuera su sufrimiento.
—Te juro que lo intento, Kook —un sollozo cortó su habla—. Trato de soportarlos y los ignoro lo más que puedo, pero no lo logro.
—¿Qué cosa, ángel? Dime qué es lo que te tiene así y lo arreglaré, te lo prometo.
—No puedo decirlo, quiero pero no puedo —lloró más fuerte porque su omega estaba adolorido, había quebrantado una orden de alfa, o al menos algo de ella, no debería comentar nada sobre sus encuentros con Kwan, Siwon y Rowoon pero ahí está él, hablando de más.
—¿Por qué no? —cuestiona con el cuerpo doliendo al ver el estado de Jimin—. Háblame, bebé —Jimin sollozó y se escondió en su cuello, lo sentía temblar y sentía al omega interior en un debate interno, comenzó a dudar aún más de las razones que lo tenían así—. ¿Alguien te hizo algo? —a Park le faltaba el aire por los sollozos que interrumpían su respiración—. Dímelo, ¿quién fue?
—¡Ya te dije que no puedo hacerlo! —entonces supo que habían usado su voz en Jimin.
—Dímelo —ordena usando su propia voz, Jimin hizo un puchero triste y las lágrimas abarrotaban sus ojos al recibir una orden de su alfa—. Dímelo ahora —su voz era feroz y atemorizante por el enojo, no quería usar sus comandos en Jimin, nunca lo haría pero sabe que su voz es más imponente que la de cualquier alfa de bajo rango así que desechará cualquier otra orden.
—Fueron Rowoon, Siwon y Kwan —sollozó, sus ojos se desviaban de los verdes que poco a poco se volvían oscuros por la furia—. Ellos usaron su voz para que no te dijera nada y... —duda un poco de contar el resto.
—¿Y qué? —la voz profunda asustó a Jimin, nunca lo había visto tan molesto, solo el día que despertó, incluso con Dayun se contuvo, pero ahora lucía tan aterrador como el primer día que Jimin lo vio consciente, su llanto se detuvo de golpe al ver el ceño fruncido y los ojos profundos y amenazantes, la boca de Jungkook no tenía ni un atisbo de sonrisa haciendo que luciera tenebroso.
—Me golpearon, me obligaban a hacer cosas ridículas y yo quería decírtelo, te lo juro pero dolía —Jungkook levantó la camiseta del pijama de Jimin y su aliento se cortó al ver la piel en tonos morados, verdes y rojos por los golpes, un gruñido alto hizo retumbar su pecho, las paredes del lugar parecían que iban a derrumbarse, seguramente los del departamento vecino se asuntaron por el rugido del alfa puro.
—Lo arreglaré, se los advertí y voy a hacerlo —se levanta con el chico en brazos y éste se abrazó a su cadera usando las piernas y a su cuello con los brazos—. Nadie puede dañarte y salir libre de consecuencias, ángel.
—Perdón —está demasiado resignado a que nada hará que sus agresores lo dejen tranquilo, tiene ganas de llorar y lamentarse pero sabe que Jungkook está molesto y teme enfurecerlo aún más con su llanto, el alfa le ha dicho que llorar no es malo y está bien además de que él nunca lograría enojarlo, pero aún así Jimin no se arriesga, prefiere ser fuerte y pensar en la forma más óptima de echar sus años de estudio a la basura—. E-Estoy pensando en buscar otra escuela, si ellos no quieren madurar yo seré mejor —habla con pesadumbre mientras el mayor subía las escaleras, los ojos verdes de Jungkook no volvieron a su tono normal hasta que Jimin estuvo dentro del nido.
—No es justo que tú tengas que hacer eso y ellos estén tan tranquilos —niega con enojo, quiere salir y buscar a esos chicos, retorcer sus cuellos usando sus manos, quiere acabar con ellos como debió hacerlo hace tiempo cuando aún no se atrevían a tocar a su precioso ángel, pero es de madrugada, no hay nada que pueda hacer, sin embargo, se promete así mismo acabar con sus miserables vidas de cualquier manera—. Además tendrías que iniciar de cero, no es justo para ti —su voz era molesta y cansada, no soportaba que esos chicos hubieran faltado a su obligación de mantenerse alejados, su lobo tenía la intención de arrancarles la cabeza por la osadía de romper una orden brindada por él, pero lo que lo hacía verdaderamente hambriento de sus muertes era la imagen cansada y llorosa que su pequeño tenía, nadie podía quitarle la sonrisa del rostro, nadie podía tratar de arrebatar la vocación de su pequeño amor, él iba arreglarlo.
—Nada es justo, Kook —niega triste—. Dejémoslo ir, solo... No quiero volver ahí, no quiero tener que encontrarlos y soportarlos más, ya no —observaba al alfa caminar de un lado al otro de la habitación sin intenciones de entrar al nido—. ¿No vas a entrar?
—Perdón, bebé —se acerca a la orilla—. Estoy muy molesto y no quiero dejar eso en el nido, espera un momento, ¿si? —ladea su rostro con petición y ve al menor asentir—. No lo voy a dejar así, dame unos días y estará solucionado, te lo juro.
—No quiero soportarlos, y faltar a clases no es una opción si no voy a dejar la escuela, el promedio...
—Amor, no necesitas más becas o apoyos por tus calificaciones —toma la mano aún conservando una distancia prudencia—. Sé que es importante para ti y tampoco es justo que tengas que faltar y arruinar tu promedio por culpa suya —se hinca en el piso y besa la mano de Jimin con fuerza—, pero tienes que preocuparte por tu bienestar mental, yo te protejo de todo y de todos, lo voy a arreglar y vas a volver a esa escuela para graduarte como lo que eres, el mejor enfermero —coloca la palma de Jimin sobre su mejilla y ladea su rostro un poco para besar su muñeca—. ¿Dejarás que me encargue? —la esperanza brillaba en sus orbes, deseoso porque su omega le permitiera ayudarlo.
—Si, alfa —asiente triste—, soluciónalo, por favor —ve al mayor ponerse de pie.
—Mi vida, ¿puedo entrar? —Jimin asintió con los ojos tristes y la boca estirada hacia abajo, Jungkook se lanzó de inmediato para darle un abrazo fuerte y ajustado, soltó su aroma para impregnarlo de él y Jimin disfrutó mucho de haberse liberado de cierta manera, su omega lloraba por mentirle a su alfa pero ahora fue sincero y puede disfrutar de sus caricias reconfortantes sin culpa alguna.
Disfrutó cuando Jungkook levantó su camiseta y comenzó a repartir pequeños besitos en su piel lacerada, el alfa soltó un gruñido fuerte y contundente que hizo que la piel de Jimin se erizara por completo, la posesión y molestia eran lo único que resaltaba en el sonido, delineó la cicatriz que el ojiazul tenía por la operación y fue besando cada uno de los hematomas que pintaban su piel de purpura y verde.
—Van a pagar, amor —frotó su mejilla contra su abdomen—, te lo prometo.
—Gracias, alfa —responde mucho más tranquilo al sentir la protección de Jungkook.
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